Es importante protegerse a sí mismo y a sus emociones.
Todos tenemos esa persona en nuestras vidas que presiona todos nuestros botones. Ya sabes: son expertos en sentimientos de culpa y, en lugar de apoyar nuestras elecciones, nos hacen sentir mal por anteponer nuestras propias necesidades.
Podría ser un padre, una pareja, un amigo o un colega: cualquiera que use nuestras emociones en nuestra contra para obligarnos a hacer lo que quiere, incluso si no es lo mejor para nosotros.
Este tipo de conducta se conoce como chantaje emocional. Una forma de abuso emocional, el chantaje emocional, es una técnica de manipulación que la gente usa para afirmar poder y control en las relaciones.
De un vistazo
Ya sea un padre controlador, un jefe exigente, una pareja manipuladora o un amigo difícil, lidiar con el chantaje emocional puede ser estresante. Alguien que te está chantajeando emocionalmente puede intentar bloquearte, manipularte, sentirte culpable, avergonzarte o amenazarte para que hagas lo que quiere que hagas.
Sin embargo, es importante reconocer este comportamiento tóxico y tomar medidas para abordarlo. Establecer límites saludables y respetarlos es clave para protegerse y mantener relaciones saludables.
Reconocer el chantaje emocional
El chantaje emocional puede adoptar muchas formas. Estas son algunas de las diferentes tácticas de chantaje emocional a las que hay que prestar atención.
Tratamiento silencioso
La persona podría bloquearte y darte un trato silencioso cuando no hagas lo que ella quiere. Esta es una táctica de comunicación pasivo-agresiva que la gente utiliza para ganar ventaja.
Por ejemplo, la persona puede dejar de hablarte o de responder a tus llamadas y mensajes de texto. Aunque no parezca gran cosa, puede resultar increíblemente frustrante cuando se trata de alguien importante para ti.
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Viajes de culpa
La persona puede caer en un gran y gordo viaje de culpa, haciéndote sentir mal por priorizar tus propios deseos o necesidades por encima de los de ellos. Es posible que te haga sentir en deuda con ellos, como si les debiera algo, incluso si ese no es necesariamente el caso.
Por ejemplo, un padre o un miembro de la familia que no aprueba tus elecciones de vida puede decir algo como: “Después de todo lo que hemos hecho por ti, ¿así es como nos pagas?”.
Esta táctica juega con nuestro deseo de complacer a los demás. Aquellos de nosotros que somos empáticos podemos ser particularmente susceptibles a sentirnos culpables.
Manipulación
El chantaje emocional puede ser bastante tóxico, especialmente cuando entra en el ámbito de la manipulación.
La persona puede, por ejemplo, jugar la carta de víctima en una situación determinada, haciendo que parezca que está sufriendo por algo que usted hizo, incluso cuando claramente no es el caso.
Por ejemplo, un compañero de trabajo podría decir: “No puedo creer que no cubras mi turno. Ahora tendré que trabajar hasta tarde y todo es culpa tuya”.
Exageración
La persona podría magnificar sus problemas y tratar de hacerte sentir responsable de sus problemas para lograr que hagas lo que ella quiere.
Por ejemplo, Peña explica que un padre podría decir algo como: “Si vuelves a hacer eso, vas a ser la razón por la que pierdo mi trabajo y luego no tendremos nada”.
Avergonzarse
La persona podría criticarte por algo delante de los demás para presionarte a hacer lo que quiere.
Por ejemplo, si cometió un pequeño error en una nota, un colega podría darle mucha importancia en una reunión de equipo y utilizarlo para desacreditar sus ideas.
Amenazas y ultimátums
La persona puede amenazarte o darte un ultimátum si no haces lo que quiere. Es posible que sienta que no tiene más remedio que hacer lo que le piden.
Según Peña, estas son algunas conductas amenazantes a las que hay que prestar atención:
- Amenazar con castigo en un esfuerzo por controlarlo.
- Amenazar con lastimarse o afirmar que no podrán funcionar sin usted.
- Amenazando con hacerte afrontar las consecuencias de sus desgracias.
Por ejemplo, si quieres dejar tu matrimonio, tu cónyuge puede chantajearte emocionalmente para que te quedes diciéndole: “Si me dejas, me aseguraré de tener a los niños y entonces estarás solo”. O incluso podrían decir algo como “No puedes dejarme, no sobreviviré ni un día sin ti”.
El chantaje emocional eficaz a menudo juega con algunos de nuestros mayores miedos: el chantajista suele saber dónde somos más vulnerables.
El impacto del chantaje emocional
Las investigaciones nos muestran que el chantaje emocional puede ser tan dañino como el abuso físico porque puede dejar cicatrices mental y emocionalmente.
En las relaciones, el chantaje emocional es una forma de abuso que puede hacer que vivamos en un estado constante de culpa y miedo, derivando en depresión, ansiedad, baja autoestima, falta de identidad e integridad y dificultad para conectar con otras personas, Peña explica.
En el ámbito laboral, el chantaje emocional puede hacer que cedamos a demandas irrazonables y comprometa gravemente nuestro bienestar físico y mental.
Chantajear emocionalmente a los niños puede afectar el desarrollo de sus creencias fundamentales de una manera que impacta negativamente sus relaciones y carreras en la edad adulta, añade Peña.
Abordar el chantaje emocional
Estas son algunas estrategias que pueden ayudarte a abordar el chantaje emocional:
- Detecte las señales de alerta: el primer paso es reconocer el comportamiento problemático y las señales de alerta . Si no parece que algo sea lo mejor para usted, probablemente no lo sea.
- Mantén la calma: aunque puede ser difícil cuando te enfrentas a un chantajista emocional, mantener la calma puede ayudarte a mantener el control de la situación. Reaccionar emocionalmente simplemente les da lo que quieren.
- Recuerda que tienes el control de tus elecciones: recuerda que no eres responsable de los problemas de los demás. Tienes derecho a tomar las decisiones que sean mejores para ti, sin sentirte culpable por ello. No dejes que la culpa o el miedo impulsen tus decisiones.
- Comparta su perspectiva de manera neutral: utilice declaraciones de “Yo siento” para compartir sus sentimientos y necesidades sin señalar con el dedo. Por ejemplo, en lugar de decir “Me estás haciendo sentir culpable”, intenta decir “Me siento incómodo cuando utilizas la culpa para salirte con la tuya”.
- Sepa cuándo alejarse: pregúntese si la relación es saludable. Si está afectando su bienestar mental y emocional, puede que no lo sea. Es importante reconocer cuándo es el momento de alejarse de una relación tóxica .
- Limite su exposición a la persona: A veces, crear distancia física o emocional es la mejor manera de protegerse. También puedes bloquearlos en las redes sociales, si están usando plataformas digitales para manipularte.
- Encuentre un hombro en el que apoyarse: hable con un amigo o familiar de confianza sobre lo que está pasando. Pueden brindar consejos y apoyo emocional, lo que puede ser increíblemente útil cuando se trata de manipulación emocional.
- Busque apoyo: Superar el abuso emocional puede ser un gran desafío, por lo que puede resultar útil buscar el apoyo de un profesional de la salud mental, dice Peña.
- Priorizar el autocuidado: El autocuidado es clave. Ya sea ir al gimnasio, tomarse un tiempo libre, pasar tiempo con la familia o cocinar su comida favorita, haga lo que sea necesario para cuidarse.
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El abuso emocional puede derivar en abuso físico, por lo tanto, mantener la seguridad física es fundamental, dice Peña.
Si usted o un ser querido es víctima de abuso doméstico, comuníquese con
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