Las mujeres tendemos a hacer esto , siempre estamos sacrificándonos para hacer felices a los demás. Nuestra pareja, nuestros hijos, nuestros padres se anteponen a nuestras necesidades.
Lo que otros quieren o esperan de nosotros impulsa nuestras acciones. Comienza con una pequeña renuncia que parece trivial pero no lo es. Y en algunos casos olvidamos quiénes somos en realidad.
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Si tú también sientes que te has perdido algo de ti mismo en esta carrera constante por satisfacer las necesidades de los demás, trata de detenerte y reflexionar. Y recordarte que siempre es momento de volver a redescubrir tu identidad sin más excusas ni justificaciones para nadie. Solo así serás verdaderamente feliz.
Señales de que te estás sacrificando demasiado
Hay algunas acciones que podrían significar que algo anda mal con su comportamiento. No está bien sacrificarse para hacer felices a los demás porque corre el riesgo de perder su propia felicidad. Se dice que si haces alguna de estas acciones te equivocas. Pero debéis tener muchas ganas de hacerlo, no porque la sociedad, a menudo todavía demasiado patriarcal, lo espere de vosotros.
Eres el único que hace sacrificios en tu relación.
Está bien y es normal hacer sacrificios en una relación. Después de todo, el amor duradero a menudo se basa en compromisos.
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Sin embargo, no tienes que ser el único que los hace, sacrificando tu ser. Para que una relación funcione, ambos deben estar comprometidos y hablar constantemente sobre lo que se necesita para que ambos sean felices. Recuerda que eres una persona más allá de tu relación y de tus hijos.
Tus padres influyen demasiado en tus decisiones.
Otra esfera de influencia por la que no debe sentirse abrumado es la de sus padres. Está bien escucharlos, pero no busques su aprobación en todo lo que hagas. Vive tu vida y verás que se alegrarán por ti y estarán orgullosos de lo que eres.
Tu carrera es secundaria a la de tu pareja.
Desafortunadamente, los hombres todavía tienden a ganar más que las mujeres y esto los lleva a considerar su ocupación secundaria a la de su pareja.
Pero es importante que tu carrera no se acabe por eso. Recuerda que no solo eres el manitas de tu familia, sino que tienes tu propia historia profesional para hacer valer.
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Puedes ser esposa y madre, pero ¿estás segura de que eso es suficiente para ti? Si quieres dedicar tu vida a serlo está genial, pero tienes que estar seguro de que lo quieres y no de lo que los demás esperan de ti.
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