En las postrimerías del sexenio cardenista, la derecha política, el clero, la burguesía y la clase media, estaban viendo seriamente afectados sus intereses debido a las políticas sociales instrumentadas por el presidente Lázaro Cárdenas que particularmente favorecían a los campesinos y a la clase obrera.
Es por esta razón que el 23 de mayo de 1937, en la ciudad de León, Guanajuato se constituye la Unión Nacional Sinarquista UNS, un organismo ultraderechista, católico, conservador, clerical, contrarrevolucionario y de raigambre Nazi – Fascista – Falangista.
El lema de la UNS era gobernar con orden, que es precisamente el significado de la palabra sinarquía “Con Orden”, pues los sinarquistas tildaban a la revolución de socializante e izquierdista, además deseaban evitar que el presidente Cárdenas convirtiera a México en un país socialista, inspirado en el modelo corporativista de la Unión Soviética, país al que Cárdenas admiraba profundamente.
La Unión Nacional Sinarquista estaba presidida por Salvador Abascal Infante y por los hermanos José y Alfonso Trueba Olivares, así como por un agente de Adolfo Hitler infiltrado en México, Oskar Helmuth Schreiter e integrada en su mayoría por gente humilde e iletrada a la que el clero puede manejar perfectamente.
El surgimiento del sinarquismo en México coincidió con el auge de los regímenes totalitarios de extrema derecha en Europa, Francisco Franco en España, Adolfo Hitler en Alemania, Benito Mussolini en Italia y José Stalin en Rusia, aunque la de Stalin era una dictadura izquierdista, que era precisamente lo que el sinarquismo combatía.
En un intento por conciliar y reconocer al sinarquismo como un movimiento social, el presidente Lázaro Cárdenas le ofreció a Salvador Abascal la Secretaría de Agricultura, ofrecimiento que, por supuesto Abascal declinó, puesto que el sinarquismo había nacido como un movimiento opositor al socialismo cardenista.
El sinarquismo veía con suma preocupación la implementación e instrumentación del modelo de educación socialista en las escuelas del país.
Sí bien la Unión Nacional Sinarquista no era un partido político, si se desempeñaba como tal, haciendo campañas proselitistas, convenciendo a su militancia de lo perjudicial y perniciosa que resultaba la utopía cardenista, pues según ellos los alejaba de Dios y sus valores cristianos.
Los dirigentes sinarquistas decían que sus militantes debían ser mitad monjes y mitad soldados, para 1940 todos los habitantes del bajío mexicano eran sinarquistas.
La Unión Nacional Sinarquista, a través de Manuel Zermeño uno de sus dirigentes, pactó con el PRM, su apoyo a la candidatura presidencial del general Manuel Ávila Camacho.
Leer: MUESTRA GUANAJUATO SU TALENTO ARTÍSTICO EN LA FERIA NACIONAL DE SAN MARCOS
Salvador Abascal se convirtió en el dirigente nacional de la Unión Nacional Sinarquista, tras la expulsión de Manuel Zermeño de la organización.
Una vez que se descubrió el pacto secreto que había hecho con el Partido de la Revolución Mexicana.
Es por ello que, en 1941 el presidente Manuel Ávila Camacho, le permitió a la Unión Nacional Sinarquista establecer la colonia María Auxiliadora en la península de Baja California, con lo cual quedaba demostrado el ánimo conciliador del “presidente Caballero”.
Aunque el sinarquismo comenzó a perder fuerza desde 1939, año en que Lázaro Cárdenas eligió como su sucesor en la presidencia al general Manuel Ávila Camacho, político de ideas moderadas y conservadoras, complacientes y compatibles con el movimiento sinarca.
Salvador Abascal siempre aseguró que la Unión Nacional Sinarquista se había extinguido debido a las pugnas internas y a las traiciones en su seno, por ello jamás alcanzó la categoría de partido político.
Después de la disolución de la Unión Nacional Sinarquista en 1946, muchos de sus miembros se sumaron a las filas del Partido Acción Nacional, fundado por Manuel Gómez Morín, el 15 de septiembre de 1939. Otros, fundaron el Partido Democrático Mexicano, popularmente conocido como el “Gallito Colorado”, por el color de su bandera, y que su escudo era un gallo.
El 2 de marzo de 1946, los sinarquistas fundaron el partido Fuerza Popular, que no fue otra cosa que un instrumento político – electoral de la Unión Nacional Sinarquista.
El escudo y la bandera de la Unión Nacional Sinarquista, era igual a la del Partido Nacional Socialista Alemán Nazi.
Con la diferencia de que, en el círculo blanco concéntrico, en lugar de la esvástica nazi, llevaba un mapa de la República Mexicana de color verde, y el escudo era un águila real negra con las alas extendidas, también muy similar al escudo de armas del Tercer Reich.
Escudo de la Unión Nacional Sinarquista
Alegoría del cristianismo venciendo al socio – comunismo
¡Qué sería del mundo sin #ellas!