POR: PSIC. LILI ABAID
¡Es un placer estar aquí! Estimado amigo o amiga, la violencia hacia los hombres es un acontecimiento silencioso pero real, del cual casi no se habla debido a la poca importancia que se le da. Porque al hombre las autoridades le hacen menos caso o caso nulo porque no es mujer.
LA HERIDA MASCULINA:
Éticamente debe realizarse una crítica de las masculinidades y su importancia. La herida masculina se me ocurrió para este artículo porque también el hombre es muy importante, tan importante como la mujer.
Sin embargo, considero, debido a la violencia vista a la mujer que está tan lastimado. Para la redacción del artículo, me basé en el libro: “LA HERIDA MASCULINA” de Nina Cabra Ayala escritora Colombiana.
En Colombia, por ejemplo, las transformaciones de género surgidas en la vida contemporánea ha n generado una crisis de lo masculino que puede llevar a un cambio afirmativo que a la vez amenaza con retroceder violencias de género en distintos ámbitos. En segundo lugar rastrea elementos clave, mismos que permiten elaborar dicho libro.
ASUNTOS COMPLEJOS:
Si bien, los seres humanos somos complejos, nuestros asuntos y los asuntos de la vida también lo son. Pensar la vida como tal es un asunto complejo y abrumador de los que se puede hacer cargo una persona. Al ser humano no se le entregan problemas que no puede soportar amigo o amiga, la vida es el único asunto que no puede dejarse de lado, por lo menos no, sin renunciar a algo profundo de la misma condición humana.
Pensar la vida con alegría es todavía más difícil, especialmente en los tiempos como los que estamos viviendo y momentos en los que reina el fatalismo y una perspectiva triste y agobiada de la vida misma.
Actualmente resulta un imperativo ético pensar la vida alegremente, plantear preguntas que nos devuelvan el júbilo de vivir y la convicción de que podamos habitar nuestro mundo plenamente e inventar mejores formas de enfrentar los dilemas que nos conforman cada día.
Los seres humanos tienen formas cínicas de razonar, por lo tanto requiere ser orientado para la acción, sembrar la idea de que no hay opiniones de que el ser humano esté condenado a repetir nuestros errores, que la vida y la humanidad son tercamente inmodificables. Particularmente los asuntos, que nos resulta especialmente sensibles y difíciles de cambiar.
Todo lo anterior, afecta nuestras historias singulares y nos duelen en las fibras más íntimas del ser, tocando lo individual como colectivo, tal como sucede en las relaciones de género. La inquietud ética de las masculinidades se inicia con una reflexión sobre la crítica como posibilidad de transformar nuestras preguntas pero a la vez, una exploración que recompone a quien cuestiona.
ES UN ESFUERZO PENSAR EN HOMBRES Y MUJERES:
Pensar en hombres y mujeres es un esfuerzo nos hace conectar en una perspectiva que se pregunta no por lo bueno ni por lo malo, de nuestras formas de ser, sino por lo que nos hace bien o mal en nuestros encuentros. Desde este punto de vista lo ético, es asumirnos como seres cambiantes en relaciones que se han trasformado de manera profunda y así, aceptar la posibilidad de pensar y vivir las transformaciones y relaciones de género, desde la ética.
De esta manera de pensamiento, pensar y organizarnos en encuentros implica formularse una pregunta por las cosas que nos hacen bien, cosas que nos movilizan a vivir que nos muestran zonas y potencias que tiene todo el ser de las personas. Las cuales, estaban ocultas o en estado germinal.
Esta ética, genera una incertidumbre y por lo tanto, debemos preguntarnos de diferentes formas, como por ejemplo: ¿qué hace un animal en este mundo? Cuando de hombres se trata, la investigación es nula o reducida porque se tiene la certeza de que la violencia se da más en apoyar a la mujer.
La investigación acerca de la violencia a los hombres es nula o reducida porque el cerebro de los hombres es diferente al cerebro de nosotras, las mujeres. La violencia hacia los hombres sucede porque de acuerdo al libro “La Herida Masculina”, “el hombre debe ser considerado como el ‘puede todo’ y su cerebro a la vez, no tiene la capacidad de realizar todo lo que realizan las mujeres”.
A la hora de pensar y conocer las feminidades y masculinidades, nos encontramos con un gran límite y es: el hombre es más difícil que se exprese. Debemos así, formular preguntas y dar formas en principio, es el inicio de un movimiento que atraviesa y sobrepasa la razón misma, los afectos, el cuerpo, la relación con los demás, la relación con la verdad, las relaciones con el poder y la posibilidad a quien pregunta con el fin de alterar estas relaciones.
En la asignatura Psicobiología del Comportamiento de la Licenciatura, se nos explicó que si bien todo tipo de violencia está mal y es a la vez horrible, psicológicamente el hombre genera menos capacidad para poder interactuar con los demás, por lo que es más propenso a ser violentado, porque se le educó a no decir nada, reprimir sus sentimientos y obedecer toda instrucción que le fuera dicha.
En esta misma asignatura descubrí que el cerebro del hombre es diferente al de las mujeres. En el cerebro del hombre se generan menos conexiones neuronales y esto hace que sea frágil y realmente al hombre se le considere débil. Cabe señalar que ningún ser humano es débil. Sin embargo, el ser humano debe ser educado para todo.
Me despido. ¡Es un Verdadero Placer! Enseñarte a través de los artículos. ¡La Educación es la mejor herramienta para enfrentar la Vida!
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