YO SOY YO, PORQUE YO QUIERO / PORQUE YO PUEDO
¿Qué tan conscientes estamos de nuestro verdadero Amor Propio?
Eventualmente analizamos esto y tal vez en la gran mayoría nuestra respuesta es “Si! Si sé cuánto me amo”
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Y a la par de ésta pregunta y su conocida respuesta surge una más, ¿quien es un verdadero amigo?
Y de inmediato salta en automático la respuesta: “Aquel que me acepta tal y cómo soy”…Pero, ¿eso es en realidad un amigo? Si vas a la tienda de conveniencia y el empleado o empleada te trata con amabilidad, entonces ¿ya es tu verdadero amigo? Supongo que responderás “No, claro que no”
Un verdadero amigo es aquel cercano a ti que saca la mejor versión de Ti, aquel con quien compartes tus momentos gratos, tus momentos adversos y forman un par en el cual sale de él (o ella) y de ti, la mejor versión de cada uno, es quien te ayuda a reconocer qué acciones del pasado te pueden guiar para mejorar tu futuro.
Y ahora te preguntarás ¿que tiene que ver un amigo o amiga en el tema? Para dar respuesta te hago una siguiente pregunta ¿Qué ves en el espejo? ¿Te gusta lo que ves en él?
Eso que tú ves es lo que ven los demás, y que lo entregas de una manera tan incondicional y sin embargo a lo que ves en el espejo le has de encontrar tantos-cuantos defectos que prefieres abandonar la imagen que ahí se reflejaba.
Todos en algún momento hemos escuchado o nos han comentado que para amar a otros debemos primero amarnos a nosotros mismos “nadie da lo que no tiene”, pero el ver en el espejo todo lo agradable y bello que ahí se refleja, el llegar a querernos verdaderamente no es tarea fácil, ya que por cultura y creencias nos han enseñado a callar y no expresar nuestras cualidades tanto físicas como intelectuales, ya que si lo hacemos se nos cataloga como vanidosos, narcisistas o soberbios.
Pero para ello, para reconocernos en nuestra verdadera dimensión y no ser atrapadas por egocentrismos, debemos trabajar en nosotras mismas para conocernos bien, reconocer nuestra identidad y origen, saber de nuestra historia de vida y reconciliarnos con ella para llegar a un buen nivel de autoconocimiento y autoaceptación.
Por más conscientes que queramos ser con nuestras ventajas y cualidades y querernos a nosotras mismas y a los demás, no aprenderemos a hacerlo si no hacemos antes un trabajo de introspección personal
No hay amor más sincero y verdadero que el que puedes sentir por ti misma, tu eres quien mejor conoce de ti, tus anhelos y tus logros, conoces donde estas hoy mismo y a dónde quieres llegar y todo el recorrido que has hecho para estar donde estas hoy.
Sabes lo que te motiva y que tú, únicamente tú, eres la fuerza para lograrlo. Tu eres la única que puedes luchar tus propias batallas, tal vez no sean fáciles pero de seguro el resultado final valdrá la pena.
Nadie puede hacerse cargo de tu bienestar, nadie puede entregarte la felicidad en tus manos y decirte que todo será perfecto, ya que el amor propio que te da esa felicidad es un estado emocional, una actitud en la que mostramos el sentimiento de satisfacción con nosotras mismas, y ese sentimiento va surgiendo en la medida que vamos haciendo cosas por y para nosotras mismas, conforme vamos invirtiendo en nuestro desarrollo físico, emocional y espiritual.
¡Acéptate, Valórate, Quiérete!
Deja de querer complacer a los demás, déjalos con sus propias emociones, sentimientos y pensamientos, que cada quien se haga responsable de lo propio.
No idealices y no tomes a personal los comentarios de los otros, establece límites con el valor de decir “no” a todo aquello que te incomode o afecte física y/o emocionalmente.
Deja que fluya el pasado y no te enganches ni te ancles, todo pasa, para ello determínate un objetivo, un propósito de vida y toma las decisiones que te lleven al logro de ello, esto te hará descubrir el potencial que tienes, está ahí, solo necesita que le des la oportunidad de dejarlo salir.
Y perdónate, perdona tus fallas y errores que puedas haber cometido, eso es la mejor muestra de tu condición humana, aprende y sigue adelante.
El perdón se traduce en libertad.
Ahora ¡corre al espejo! te agradara lo que verás ahí. Sí, esa eres Tú, alégrate nomás porque sí, (la alegría hace que secretemos endorfinas como la serotonina y dopamina).
Y permítete que tu bella locura salga de vez en cuando. Que se dibuje una sonrisa en tu rostro hasta que volvamos a encontrarnos por aquí.
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¡Qué sería del mundo sin #ellas!
