Por: Mujer MEXICANA ®
En los últimos años el planeta ha sufrido diversos cambios debido a los altos índices de contaminación ambiental que, en su mayoría, radican en la responsabilidad humana.
De acuerdo con la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), este se define como un cambio de clima atribuido directa o indirectamente a la actividad humana que altera la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante periodos de tiempo comparables.
Por otro lado, el panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) lo define como cualquier cambio en el clima con el tiempo debido a la variabilidad natural o como resultado de actividades humanas.
Algunos factores que influyen en este son procesos externos como la variación de la radiación solar (específicamente, aumento de la temperatura), misma que afecta directamente al cuerpo humano en diversos sistemas como sociales, económicos, sanitarios y, por último, pero no menos importante, nuestra piel.
Pero, ¿cómo es que la temperatura influye en la salud?
Podemos clasificar dichos efectos en directos e indirectos.
Los primeros son acciones físicas como quemaduras, y los segundos a través de la distribución de diversas enfermedades, cambios en la humedad ambiental, entre otros.
Los rayos ultravioletas penetran las capas exteriores de la piel y pasan a las capas más profundas donde pueden dañar las células de piel, esto debido al agotamiento de la capa de ozono.
Por lo tanto, es de vital importancia utilizar un protector sola adecuado para nuestra piel de manera cotidiana, aún cuando no se salga de casa, mantenerse hidratado y tener un buen y completo cuidado facial.
El término “piel sensible” es considerado como una disminución de la tolerancia cutánea al uso de productos y de limpieza habituales, o bien, puede definirse como una piel que produce sensación de quemazón o aparición de manchitas o rojez en respuesta a diversos agentes químicos.
Aquí radica la importancia de la cosmética natural y del cuidar todo producto que tenga contacto con nuestra piel.
Es importante destacar que no únicamente las pieles sensibles requieren de un cuidado de calidad, sino todo tipo de piel para evitar así futuras alergias, presencia de acné, proliferación de bacterias, aumento de la producción de cebo cutáneo, aparición de líneas de expresión y puntos negros.
El uso de productos orgánicos es beneficioso no únicamente por sus propiedades naturales, sino también porque contribuimos al medio ambiente, a disminuir o por lo menos frenar estos cambio climáticos tan fuertes que está sufriendo nuestro planeta y que se ve afectada directamente nuestra piel.
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