Por: Erika Cifuentes | Sociales
Desde antes de nacer, nuestros ángeles guardianes ya conocen el trazo de nuestro camino. Están preparados para cada tropiezo, cada lágrima, cada alegría y cada sueño…
También conocen el ritmo de nuestro corazón, saben en dónde termina el hilo rojo que nos conecta a aquella otra alma que vibra en el mundo: nuestra alma gemela.
Así pues, Sarahi y Gibrán lograron seguir el hilo rojo del amor, de aquellas historias maravillosas que rondas los cuentos de romance, en los que el amor está cerca y a punto de entrar en nuestras vidas.
Su historia comenzó hace 4 años, Sarahi se había flechado por Gibrán y el también. La tecnología hizo de las suyas al enviar un mensaje equivocado en el momento correcto, y así empezó su historia de amor.
“Nos conocimos hace 4 años pero aún estaba insegura, me gustaba pero no sabía si funcionaría, me presentó a su hijo, maravilloso igual que él, y entonces sentí, que gibrán era el indicado”
Cuenta que un día platicando, supo que él trabajaba en la industria de la construcción al igual que ella, y un afortunado día le envío el mensaje que dio inicio a una conversación interminable, que años más tarde llevaría a Gibrán a proponerle matrimonio a Sarahi en la ciudad más romántica de México, San Miguel de Allende, Guanajuato.
Hoy su historia se une para siempre, en una maravillosa boda civil en la Finca La Casita, en San Juan de los Lagos, Jalisco, dónde familiares y amigos se dieron cita para acompañarles en la ceremonia civil. Les deseamos amor irrompible, palabras sinceras y precisas, pero sobre todo, momentos de dicha por siempre…
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